



Afuera en la ciudad
la tarde espesa,
el tiempo transcurre
cuadro a cuadro.
El débil viento circulante
avanza apenas
y la torpe llovizna
mancha todo a manotazos
de tedios
gris escalonado.
Contra el atardecer opaco
se azota mi desidia,
su grito perezoso
se diluye,
las letras, antes refugio,
hoy se apartan
y salen a la calle
a buscar
en los faroles apagados
algún síntoma
de vida.
1 comentario:
hola amigo buenisimo el trabajo aka te dejo mis saludos y estas en mis link siaaaaaaaaaaaaaaa
suerte alexander
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